La buena memoria y una coincidencia en una estación de servicio fueron clave para lograr la detención de un hombre, acusado de participar en una encerrona que inmediatamente se transformó en un secuestro en la comuna de San Bernardo. La víctima de ambos delitos, que reside en el extranjero pero se encontraba de visita en Chile, reconoció a un excompañero de colegio entre sus captores, recordando su nombre y apellido, así como su rostro. Una vez que fue liberado, el destino favoreció a Carabineros.
Detalles del secuestro
La madrugada del martes 1 de julio, el afectado, un joven de 20 años, y un acompañante estaban en el centro de San Bernardo, a bordo de un automóvil de alta gama. Mientras estaban estacionados, dos vehículos aparecieron repentinamente para bloquear su paso. En un intento por frustrar el robo del automóvil, el copiloto tomó las llaves del vehículo.
Cerca de 30 minutos después, el joven regresó a la esquina donde habían sido interceptados. Su maniobra fue exitosa, ya que el BMW permanecía en el lugar; sin embargo, no había rastro de su compañero. La situación había escalado a un secuestro.
El relato de la víctima
Según el relato posterior de la víctima, los antisociales le pusieron una capucha en la cabeza y lo subieron a un auto, llevándolo por varias calles con la intención de desorientarlo. Durante este tiempo, lo golpearon y amenazaron. Además, le robaron las joyas y el dinero en efectivo que portaba, que ascendía a aproximadamente $600.000. No le quitaron tarjetas ni datos de sus cuentas bancarias, ya que el joven no tenía servicios financieros contratados en Chile, sino en el extranjero.
El momento del reconocimiento
Al llegar a una casa en La Pintana, mientras seguía encapuchado, le indicaron que no levantara la mirada. Sin embargo, debido a que la capucha le quedaba medio ladeada, logró enderezar la cabeza y vio claramente al asaltante que tenía frente a él. El mayor Sergio Rodríguez, de la 14° Comisaría de San Bernardo, relató: “Resultó que era un excompañero de curso del colegio, lo identificó de inmediato, se acordaba del nombre y del apellido. Al parecer, el asaltante no lo reconoció”.
Pocas horas después, la víctima fue abandonada en un sitio eriazo. Utilizando un celular prestado, se comunicó con sus familiares, quienes dieron aviso a Carabineros.
La coincidencia en la estación de servicio
Además del reconocimiento, otro factor clave en la detención del presunto implicado fue la coincidencia en una estación de servicio cerca de Nos. Una patrulla de Carabineros llegó a cargar combustible, al igual que un segundo auto. De este vehículo se bajaron cuatro personas, pero las sospechas aumentaron cuando descendió una quinta persona: al ver a la policía, rápidamente intentó regresar.
Los uniformados realizaron un control y el individuo inventó tres identidades diferentes, por lo que fue trasladado a la comisaría. “Le tomaron las huellas dactilares y así se supo que se trataba de la persona que el dueño del BMW identificó como su excompañero”, comentó el mayor Rodríguez. El paradero del resto de la banda sigue bajo investigación.
