Aumento en la renta mínima para créditos hipotecarios complica el acceso a la vivienda propia en el país

Aumento de la renta mínima para créditos hipotecarios en Chile: de $2.080.000 en 2020 a $3.140.000 en 2025, dificultando el acceso a la vivienda.

Martín Silva Castillo
2 min
Aumento en la renta mínima para créditos hipotecarios complica el acceso a la vivienda propia en el país
Aumento en la renta mínima para obtener créditos hipotecarios por parte de bancos.

En los últimos cinco años, la renta mínima requerida por las entidades bancarias para la aprobación de créditos hipotecarios ha experimentado un notable aumento del 50%, lo que ha dificultado el acceso a la vivienda propia para muchas familias. En el año 2020, para adquirir una vivienda valorada en 4.000 UF, con un pie del 20% y un plazo de 20 años, el dividendo mensual requerido era de $520.000, lo que implicaba que la renta familiar debía ser de al menos $2.080.000. En la actualidad, bajo las mismas condiciones, el dividendo ha ascendido a $850.000 mensuales, lo que exige una renta familiar de $3.140.000, reflejando un incremento del 50% en este periodo. Para propiedades de mayor valor, como una vivienda de 5.000 UF, la situación es aún más complicada. La renta mínima exigida ha aumentado de $2,6 millones en 2020 a $4,25 millones en 2025, lo que representa un alza del 63%. Según Felipe García, director de Cino Sur en Tinsa by Accumin, la principal razón detrás de este aumento es la inflación, que ha crecido un 37% en los últimos cinco años. Sin embargo, este porcentaje es inferior al incremento del 50% o 60% que se ha observado en los créditos hipotecarios. A esto se suman otros factores, como los retiros de fondos de pensiones y una mayor presión del Fisco en el mercado de préstamos, lo que ha reducido la disponibilidad de créditos y ha permitido a las instituciones financieras ser más exigentes, según lo explicado por Reinaldo Glesisener, vicepresidente de Colliers. Además, el precio de las viviendas ha aumentado un 7% en el mismo periodo, mientras que los sueldos reales de los chilenos solo han crecido un 3%. Estas cifras reflejan un contexto en el que las familias deben demostrar ingresos significativamente más altos para poder acceder a financiamiento habitacional, lo que limita las opciones de compra en el actual mercado inmobiliario.

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