Carla Ballero, quien fue internada de urgencia el pasado 8 de mayo por una neumonía neumocócica que le provocó una insuficiencia respiratoria, estuvo al borde de la muerte. Tras semanas de lucha por su vida, la panelista de “Sígueme” fue dada de alta y pudo regresar a su hogar. Este lunes 30 de junio, Ballero volvió a su trabajo en televisión, donde fue entrevistada por Julia Vial en TV+.
Estado de salud y recuperación
En la entrevista, Carla Ballero expresó: “Físicamente estoy mucho mejor, estaba súper desnutrida y por ese estado fue que estuve a punto de morir, soy muy joven para haber muerto de esa manera”. La comunicadora compartió que, a pesar de su recuperación, se siente diferente: “me siento extraña acá, soy la misma persona, pero me siento diferente en muchas cosas”. También mencionó que ha experimentado un cambio en su calidad de sueño, afirmando que “me pasó algo mágico que duermo las noches enteras, no sé si es una paz… no lo puedo entender, estoy en un proceso”.
Motivos de su delicado estado de salud
Ballero reflexionó sobre los factores que contribuyeron a su grave estado de salud. Comentó que desde enero había estado sintiendo una energía muy negativa hacia ella, lo que le afectó considerablemente. “Lo estaba pasando mal, yo desde enero venía sintiendo una energía muy negativa hacia mí, estaba tratando de que no me afectara, pero en ese proceso me fueron pasando muchas cosas, mi hija se enfermó y hubo muchos ataques que tienen que ver con los medios, eso me afectó más de la cuenta”, explicó.
La panelista también reveló que había dejado de entrenar debido a la falta de energía, lo que contribuyó a su desnutrición. “Un día me miré en el monitor y me di cuenta que estaba muy delgada, traté de comer más, pero no tenía ganas. Yo estaba en piloto automático, pero sin ganas, no me había dado cuenta que había perdido el sentido”.
Experiencia en la clínica
Sobre su experiencia en la clínica, Ballero relató que faltó dos días al programa antes de que su condición se volviera crítica. “Yo falté dos días al programa y después ya no podía respirar, me ponía a caminar y me caía”. Intentó ocultar su tos a su pareja, pero finalmente fue llevada de urgencia a la clínica, donde le informaron que su estado era grave. “Yo pensé que era una crisis de pánico y no la soportaba. No soportaba el tratamiento, yo lloraba y gritaba”.
En un momento de reflexión, Ballero compartió: “Cuando llegué a la clínica yo ya era un muerto, fue muy duro, yo me di cuenta que me estaba muriendo, ya no hablaba, eran solo mis ojos, miraba a la gente y pensaba que no iba a volver. Fue muy fuerte, nunca antes había vivido algo así, como uno iba a pensar en la muerte, y sentí que estaba muy cerca de morir”.
