Duraznos: la fruta que podría mejorar tu salud y prevenir enfermedades crónicas, según expertos

Los duraznos son ricos en antioxidantes y fibra, mejoran la salud digestiva y cardiovascular. Su consumo regular puede prevenir enfermedades crónicas.

Emilia Rojas López
6 min
Duraznos: la fruta que podría mejorar tu salud y prevenir enfermedades crónicas
Descubre los sorprendentes beneficios de comer un durazno diario.

Consumir duraznos aporta compuestos bioactivos y fibra que favorecen el bienestar general, según expertos e investigaciones científicas. Comer esta fruta una vez al día podría representar más un simple placer, ya que la evidencia respalda que su consumo regular contribuye a la salud. De acuerdo con Cleveland Clinic, el durazno, abundante en antioxidantes, se perfila como un alimento funcional útil en la prevención de enfermedades crónicas, aunque presenta contraindicaciones para algunos grupos.

Beneficios principales del durazno

El durazno, también conocido como melocotón, destaca por su perfil nutricional variado. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), esta fruta es una fuente suave que favorece una digestión saludable y una evacuación intestinal regular. Un durazno mediano contiene cerca de dos gramos de fibra, tanto soluble como insoluble, lo que beneficia el tránsito intestinal y la microbiota. La dietista Maxine Smith indicó que la fibra soluble estabiliza el azúcar en sangre y controla el colesterol, mientras que la fibra insoluble promueve la función digestiva y previene el estreñimiento. Dado que gran parte de la fibra se encuentra en la piel, se recomienda consumir el durazno entero.

Beneficios cardiovasculares

En cuanto a la salud cardiovascular, los duraznos contienen potasio, vitamina C y betacaroteno, nutrientes que, en conjunto, ayudan a bajar la presión arterial y mejorar los niveles de salud general del corazón. El consumo regular de duraznos puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas cuando se integran en una dieta y estilo de vida cardiosaludables. Harvard Health Publishing menciona que los carotenoides, como el betacaroteno, la luteína y la zeaxantina, protegen la visión. La zeaxantina, en particular, se ha asociado con la reducción de cataratas y la degeneración macular relacionada con la edad, que son causas comunes de pérdida de visión en adultos mayores.

Propiedades antiinflamatorias y antioxidantes

Respecto a la inflamación, los fitonutrientes como las antocianinas tienen efectos protectores frente al estrés oxidativo. Mayo Clinic señaló que estos compuestos protegen las células de procesos relacionados con el desarrollo de enfermedades crónicas. Un estudio publicado en Frontiers in Plant Science detalló que los ácidos fenólicos (como el ácido clorogénico y el neoclorogénico), los flavonoles (rutin y quercetina), y las antocianinas (como el cyanidin-3-glucoside y el cyanidin-3-rutinoside) influyen en el sabor y color de la fruta, además de participar en la protección celular y la modulación de la inflamación. Estos antioxidantes, antiinflamatorios y antihipertensivos son esenciales para la salud.

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Las antocianinas, por su parte, presentan propiedades neuroprotectoras y antidiabéticas, y colaboran en la prevención del cáncer. Los carotenoides, que son precursores de la vitamina A, benefician la salud hepática y visual. Sin embargo, aunque generalmente son seguros, no son adecuados para todos. Aquellos que tienen alergias deben evitar los duraznos completamente, ya que pertenecen a la familia de las frutas de hueso, junto con las nectarinas, ciruelas y cerezas, lo que aumenta el riesgo de reacciones cruzadas. Se recomienda consultar a un médico antes de incluirlos en la dieta si se sospecha de sensibilidad.

Recomendaciones para el consumo de duraznos

Las personas que toman diuréticos que retienen potasio, como la espironolactona, deben consultar a un médico, ya que el durazno puede interferir con el tratamiento. Existen diversas formas de incorporar los duraznos en la alimentación: frescos, en ensaladas, batidos, postres, horneados o asados con carnes. Se aconseja seleccionar piezas con piel tersa y aroma dulce, permitiendo que maduren a temperatura ambiente si están firmes. Para prolongar su conservación, se pueden refrigerar o congelar en rodajas. Los duraznos frescos poseen un contenido nutricional superior al de los enlatados. Además, el pelado es común en las versiones enlatadas, que pueden ser beneficiosas, aunque suelen incluir azúcares añadidos, por lo que se sugiere revisar la etiqueta nutricional. Es especialmente beneficioso concentrarse en la proporción de antioxidantes.

Las posibilidades de preparación incluyen combinaciones con frutos rojos, chocolate negro, yogur o avena, favoreciendo así una dieta variada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que el consumo diario de verduras y frutas puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas como el cáncer, la diabetes tipo 2, las patologías cardiovasculares y la obesidad. Diversos estudios han señalado que los polifenoles presentes en los duraznos tienen efectos positivos en la salud cardiovascular, metabólica y neurodegenerativa. La concentración de estos compuestos varía según el estado de maduración, las condiciones de cultivo y el almacenamiento. Se ha evidenciado que ciertos métodos de procesamiento disminuyen la concentración de compuestos beneficiosos, mientras que el consumo de duraznos frescos maximiza sus beneficios.

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