MIÉRCOLES, 3 de septiembre 2025 (HealthDay News) — El medicamento para la diabetes metformina ha sido un misterio durante más de seis décadas. Recetado en todo el mundo, es muy eficaz para reducir los niveles de azúcar en sangre. Sin embargo, el mecanismo exacto de su funcionamiento ha permanecido sin respuesta. Un nuevo estudio ha comenzado a arrojar luz sobre la “magia” de la metformina, lo que podría abrir la puerta al desarrollo de medicamentos aún más efectivos, según informan los investigadores. Al menos algunos de los beneficios del fármaco parecen estar relacionados con la forma en que afecta a ciertos metales en la sangre, como el cobre, el hierro y el zinc, de acuerdo con los resultados que aparecen en la edición del 31 de agosto de la revista BMJ Open Diabetes Research & Care.
Específicamente, las personas que toman metformina tienen niveles significativamente bajos de cobre y altos de zinc. El investigador principal, el Dr. Wataru Ogawa, endocrinólogo de la Universidad Kobe en Japón, comentó: “Es significativo que podamos mostrar esto en humanos”. Además, el Dr. Ogawa agregó que “dado que se considera que las reducciones en las concentraciones de cobre y el aumento en la concentración de zinc están asociados con una mejor tolerancia a la glucosa y la prevención de complicaciones, estos cambios pueden estar relacionados con la acción de la metformina”.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores reclutaron a 200 pacientes del Hospital Kobe. La mitad de los participantes tomó metformina, mientras que la otra mitad no. Los estudios químicos encontraron que el zinc tiene la capacidad de unirse a metales, y estudios recientes han mostrado que esta unión podría ser responsable de los efectos beneficiosos del medicamento. Los análisis de sangre revelaron alteraciones en varios pacientes.
Estos nuevos conocimientos se utilizarán para ayudar a evaluar un fármaco llamado imeglimina, un derivado que no debería funcionar de la misma manera. El Dr. Ogawa explicó que se cree que la imeglimina actúa de manera diferente, y que ya se están realizando comparaciones entre los dos fármacos. “Necesitamos más investigación para descubrir cómo funciona la metformina”, dijo. “Necesitamos tanto ensayos clínicos como experimentos en animales para identificar la relación causal entre sus efectos”. El Dr. Ogawa concluyó que “si tales progresos se realizan, podrían conducir a nuevos tratamientos que ajusten adecuadamente el cuerpo para evitar complicaciones”.
Más información sobre este tema está disponible en la Clínica Mayo.